EL OTOÑO + POÉTICO DEL
CEIP ALFAGUARILLA
en ALFACAR, GRANADA.

domingo, 1 de diciembre de 2013

REFRANES ALUSIVOS A LAS ESTACIONES DEL AÑO

http://www.funjdiaz.net/folklore/07ficha.php?id=1151
Autor: PANIZO RODRIGUEZ, Juliana


Tema: Refranes

Título del artículo: REFRANES ALUSIVOS A LAS ESTACIONES DEL AÑO
-.- La primavera, que cante o que llore, no viene nunca sin flores, ni el verano sin calores, ni el otoño sin racimos, ni el invierno sin nieves y fríos.

Para Rodríguez Marín, el refrán es un dicho popular breve y sentencioso, de verdad comprobada, generalmente simbólico y expuesto en forma poética que contiene una regla de conducta u otra cualquier enseñanza.

Los refranes que ofrecemos seguidamente han sido recopilados en Valladolid y algunos pueblos de la provincia. La edad de los informantes oscila entre los veinte y los ochenta y cinco años.

Estos refranes señalan, entre otros, los siguientes aspectos:

-Las características propias de las estaciones:

Frío en invierno y calor en verano, eso es lo sano.

-Los efectos positivos de la lluvia en otoño:

Otoño lluvioso, año copioso.

Si en septiembre ves llover, el otoño seguro es.

-Las comidas apropiadas para algunas estaciones:

Por primavera el pescado y en invierno el estofado.

-Los efectos negativos de las estaciones del año para algunas personas:

Tan malo es para los niños el verano, como el otoño para el anciano.

En otoño y en invierno tiembla el enfermo.

Otoño e invierno malas estaciones para los viejos.

-La duración de los días:

En el verano hay día para casarse, enviudar y volverse a casar.

La primavera pasa ligera, al revés que el invierno, que se hace eterno.

Veraneando se va el tiempo volando.

INVIERNO

Abril concluido, invierno ido.

A invierno malhechor, primavera peor. Indica que si en invierno hace mal tiempo, en primavera también.

A sereno otoño, invierno ventoso. Indica que a una estación que goza de buena temperatura sucede otra estación desfavorable.

Cuando el invierno es lluvioso, el verano es abundoso. Porque la abundancia de lluvias en invierno hace que la cosecha sea rica.

Cuando el invierno primavea, la primavera invernea. Indica que si hace bueno en invierno, en primavera sucede lo contrario.

Cuando la Candelaria (2 de febrero) llora, ya está el invierno fora. El refrán denota que hacia el dos de febrero el tiempo mejora.

Cuando marzo vuelve el rabo, queda invierno para rato. Si en marzo hace frío suele alargarse el temporal de invierno.

Cuando mayo va a mediar, debe el invierno acabar.

Cuando noviembre acaba, el invierno empieza. Indica que a finales de noviembre empeora el tiempo.

De invierno, hornera, de verano, tabernera. Se dice de las personas que siguen uno u otro partido, según las conveniencias del momento.

De los Santos (1 de noviembre) a Navidad es invierno de verdad.

El invierno no es pasado, mientras abril no ha terminado. Aconseja que no nos dejemos engañar porque haga días buenos antes del mes citado, creyendo que ya se ha marchado el frío, porque hasta comienzos de mayo no suele hacer buen tiempo.

El invierno no se le come el lobo, ni el verano tampoco. Denota que, aunque se retrasen algo las estaciones del año, como en ocasiones suele suceder, no por eso dejan de presentarse.

El mal invierno pone a la primavera su sello. Si el invierno es frío la primavera también lo es.

El sol de verano ablanda la cera y endurece el barro. Refrán que indica el efecto del sol de verano.

En amistad de señor, sol de invierno y palabra de mujer, confianza no debes poner. Refrán que denota la inseguridad de ambos.

En invierno la mejor salsa de la comida es el fuego. En invierno neblina, y nieve por encima.

En invierno no hay tal abrigo como un vaso de buen vino. Refrán que denota el efecto del vino en el hombre.

En invierno y en verano, el buen dormir en sobrado. Denota que se debe dormir en alto en todo tiempo.

Estación perezosa nunca fue viciosa. Denota que aunque sea largo el invierno, no por eso es perjudicial para las cosechas.

Frío en invierno y calor en verano, eso es lo sano. Refrán que indica los rasgos característicos de estas estaciones.

Invierno lluvioso, verano abundoso. Denota lo beneficiosas que son las lluvias para que en verano den las tierras sus frutos.

Ni creas en invierno claro, ni en verano nublado. Refrán que indica que estas características no son propias de las citadas estaciones.

Noviembre acabado, invierno empezado.

Otoño presente, invierno en la acera de enfrente.

Por la Candelaria (2 de febrero) está el invierno fuera; pero si nieva por San Blas (día 3), treinta días más. Refrán que indica que la nieve por San Blas alarga el invierno.

Por primavera el pescado; y en invierno el estofado. Refrán que denota la alimentación adecuada para estas épocas del año.

Por San Martino (11 de noviembre) el invierno viene de camino; y aunque venga retrasado, Por San Andrés (30 de noviembre) ya ha llegado.

Por San Pablo (15 de enero) el invierno vuelve atrás.

Por San Vicente (22 de enero), el invierno pierde un diente. Refrán que indica que la dureza del invierno en esa época va desapareciendo.

Primer día de agosto, primer día de invierno. Denota que el calor disminuye en esa fecha.

Quien en invierno tiene poca ropa, en el verano la tiene de sobra.

Si hay lluvias en primavera, cuenta con la sementera.

Si por la Candelaria llueve y no hiela, ya está el invierno fuera.

Sol de invierno, sale tarde y pónese presto.

Sol de invierno y amistad de yerno, no valen un cuerno. Refrán que denota el escaso valor de ambos.

Teme al invierno sutil mientras diga el calendario abril. Denota que en este mes persiste el frío.

Tras mala primavera, peor verano espera.

Truenos en invierno, señal de año bueno. Denota que las tormentas favorecen las cosechas.

Un mes antes, y otro después de Navidad, es invierno de verdad.

PRIMAVERA

Cuando abril abrilea, bien luce la primavera. Denota que en abril estamos en plena primavera.

Cuando el cuco llega, entonces es primavera. Estas aves llegan en la primavera.

Cuando el invierno primavea, la primavera invernea. Indica que si hace bueno en invierno, en primavera suele hacer malo.

El viejo centenario nunca vio dos primaveras en un año.

En primavera, la sangre corre ligera.

Golondrinas anticipadas, primavera muy templada.

La primavera, la sangre altera.

La primavera pasa ligera, al revés que el invierno que se hace eterno. Indica que el buen tiempo se hace más corto que el tiempo desfavorable.

Mucha flor en primavera, buen otoño nos espera.

Muy lluviosa la primavera, poco triguera. Denota que si las lluvias son abundantes en primavera, la cosecha de trigo será escasa.

Ni primavera sin golondrina, ni despensa sin harina. Denota los elementos esenciales en ambas.

Pascuas nevadas, en primavera galas. Denota que la nieve del invierno favorece los campos.

Primavera fría, cosecha tardía.

Primavera mojada, verano seco. Indica que si llueve en primavera, en verano no suele llover.

Primavera muy lluviosa, poco triguera y muy pajosa. Indica que las lluvias en primavera favorecen el crecimiento de las espigas de trigo, pero no del grano.

Primavera seca, verano lluvioso y otoño desastroso.

VERANO

Al fin y al cabo, por San Juan es el verano. San Juan es el 24 de junio.

A invierno lluvioso, verano caluroso. Buen tiempo en junio, verano seguro.

Cuando en verano es invierno, y en invierno verano, nunca buen año. Indica lo dañoso que es, tanto a la salud como a los frutos, la irregularidad en las estaciones.

De mayo el frío, señal de buen estío. Si en mayo hace frío, el verano suele ser caluroso.

De Virgen a Virgen, el calor aprieta de firme; antes y después verano es. De la Virgen del Carmen (16 de Julio) al 15 de agosto (festividad de la Asunción).

El que no haya concluido de verano por San Bartolomé (24 de agosto) agua en él. Critica al labrador que no ha terminado las faenas de la recolección antes de que acabe el mes de agosto, por hacerse merecedor de que vengan las lluvias a echarle a perder la cosecha.

El sermón y el zamarro no es para el verano. Refrán que denota que ambos son pesados para esta época del año.

En el verano hay día para casarse, enviudar y volver a casarse. Denota que los días en verano son muy largos.

En verano lloverá, mas primero tronará. Denota que las tormentas son frecuentes en verano.

En verano no hay cocido malo. Debido a la abundancia de productos agrícolas.

Lluvia en primavera, verano en sequera. Si llueve en primavera, en verano sucede lo contrario.

Ni en invierno ni en verano dejes en casa el sayo. Denota que en ambas épocas no se debe aligerar la ropa.

Ni en verano sin ropa, ni en invierno sin bota. Denota los elementos necesarios en estas épocas.

Por bestia suele quedar quien en verano quiere caminar. Porque el calor dificulta el caminar.

Por la Virgen melonera (Nuestra señora de agosto) el verano fuera.

Primer día de mayo, corre el lobo y el verano.

Ramos mojados, verano mejorado. Si llueve el domingo de Ramos, en verano hará buen tiempo.

Sanjuanada (24 de junio) venida, primavera ida. Si quieres vivir sano, madruga en el verano.

Tan malo es para los niños el verano, como el otoño para el anciano.

Tras secos veranos, otoños tempranos.

Una golondrina no hace verano, ni una sola virtud bienaventurado.

Veraneando, se va el tiempo volando. Verano que dura, otoño asegura.

OTOÑO

Calenturas otoñales, o muy largas o mortales. Denota los efectos negativos de las calenturas en otoño.

Cuando el invierno es lluvioso, el verano es abundoso. Indica que el agua de invierno favorece las cosechas.

Cuando el erizo se carga de madroños, entrado está el otoño.

De lo hermoso, hermoso es el otoño. Refrán que pondera el otoño.

El buen otoño, las primeras aguas en San Bartolo (24 de agosto).

El otoño verdadero, por San Miguel (29 de septiembre) el primer aguacero.

En otoño, la mano al moño. Por el viento que hace en esta época.

En otoño y en invierno tiembla el enfermo. Denota lo desfavorables que son estas estaciones del año para las personas enfermas.

La otoñada verdadera, por San Mateo (21 de septiembre) las aguas primeras.

Mucha agua en la otoñada, poco trigo y menos cebada.

Mucha flor en primavera, buen otoño nos espera.

Otoñada segura, San Francisco (4 de octubre) la procura. Indica que la lluvia en esa época favorece el campo.

Otoño e invierno, malas estaciones para los viejos.

Otoño lluvioso, año copioso. Si llueve en otoño, la cosecha será abundante.

Para que la otoñada sea buena, por San Bartolomé (24 de agosto) las aguas primeras.

Si en septiembre ves llover, el otoño seguro es. Las lluvias de septiembre favorecen los campos.

Tras secos veranos, otoños tempranos. Verano que dura, otoño asegura.

viernes, 22 de marzo de 2013

Oda al otoño

Oda al otoño[Poema: Texto completo]
John Keats
Estación de las nieblas y fecundas sazones,
colaboradora íntima de un sol que ya madura,
conspirando con él cómo llenar de fruto
y bendecir las viñas que corren por las bardas,
encorvar con manzanas los árboles del huerto
y colmar todo fruto de madurez profunda;
la calabaza hinchas y engordas avellanas
con un dulce interior; haces brotar tardías
y numerosas flores hasta que las abejas
los días calurosos creen interminables
pues rebosa el estío de sus celdas viscosas.

¿Quién no te ha visto en medio de tus bienes?
Quienquiera que te busque ha de encontrarte
sentada con descuido en un granero
aventado el cabello dulcemente,
o en surco no segado sumida en hondo sueño
aspirando amapolas, mientras tu hoz respeta
la próxima gavilla de entrelazadas flores;
o te mantienes firme como una espigadora
cargada la cabeza al cruzar un arroyo,
o al lado de un lagar con paciente mirada
ves rezumar la última sidra hora tras hora.

¿En dónde con sus cantos está la primavera?
No pienses más en ellos sino en tu propia música.
Cuando el día entre nubes desmaya floreciendo
y tiñe los rastrojos de un matiz rosado,
cual lastimero coro los mosquitos se quejan
en los sauces del río, alzados, descendiendo
conforme el leve viento se reaviva o muere;
y los corderos balan allá por las colinas,
los grillos en el seto cantan, y el petirrojo
con dulce voz de tiple silba en alguna huerta
y trinan por los cielos bandos de golondrinas.

domingo, 3 de marzo de 2013

LA CASTAÑERA DE ALFACAR



CASTAÑERA: (Con cara triste y secándose de vez en cuando alguna lágrima con un pañuelo, mientras pasea y habla)

¡Qué preocupada estoy! Este año no llega el otoño. Las hojas de los árboles no se caen y, ni tan siquiera se ponen amarillas, ni marrones, ni rojas: están más verdes que nunca. Las golondrinas, las cigüeñas y las demás aves migratorias están muy extrañadas: hace un calorcito tan estupendo que todavía no se pueden marchar y ya echan de menos su viaje a África. No hay nubes en el cielo y, claro, no ha llovido nada. La gente sigue vestida con su ropa de verano, así que las chaquetas, las botas y los calcetines están aburridos y tristes en los armarios, porque todavía no han podido salir.

Y a mí, que todos los años me gusta acercarme al colegio Alfaguarilla por el mes de noviembre para ofrecerles a todos los niños y niñas mis ricas castañas asadas, aquí me veis, paseando alrededor del colegio sin poder hacer nada.

PEDRO: Señora castañera, la veo muy triste. ¿Por qué no está usted este año vendiendo castañas por el pueblo? ¿Le pasa algo?

CASTAÑERA: ¿Cómo queréis que esté, si en las fechas en que estamos aún no ha llegado el otoño? Parece que se hubiera quedado dormido y yo no puedo vender castañas porque todavía no están maduras. ¡Están tan verdes y tan tranquilas dentro de su casa pinchuda!

CARMEN: Y, ¿qué podemos hacer si el otoño no da señales de vida? Tendremos que pensar en algo, porque, desde luego, algo raro está pasando.

(Tras unos instantes de gestos pensativos, Ana dice:)

ANA: Mi abuela me contó que el otoño vive en la sierra de la Alfaguara, en las profundidades de la cueva del Agua. ¿Se habrá quedado allí dormido?

CARMEN: ¡Qué tontería! Eso son cuentos de abuelas.

CASTAÑERA: Pues yo no estaría tan segura. Yo creo que la única manera de comprobar si es verdad o no lo que te contó tu abuela es yendo a la cueva. Pero yo ya estoy un poco mayor para esos trotes.

PEDRO: No te preocupes, señora castañera, iremos nosotros.

CASTAÑERA: Podríais ir el sábado por la mañana, que no hay cole y han dicho en la tele que va a hacer buen tiempo.

CARMEN: Bueno, vale. Pero tenemos que salir temprano, que el camino no lo conocemos muy bien.

ANA: Pues nos llevaremos un mapa, una lupa y unos prismáticos, como los buenos exploradores.

CASTAÑERA: Todo saldrá bien, no os preocupéis. Además, si os pasa algo, seguro que os ayudarán los animalillos de la sierra que encontréis por el camino. Son muy buenos.

(Una música durante unos segundos y empieza la simulación de la excursión. Mientras caminan, cantan con la melodía de “La cucaracha”, esta canción:

LOS TRES NIÑOS:
La castañera, la castañera,
preocupada y triste está,
porque el otoño, en una cueva,
duerme cerca de Alfacar.

Hacia ella ya nos vamos,
lo queremos despertaar,
para que la castañera
venga al cole una vez máas.

La castañera, la castañera,
con nosotros jugará,
y sus castañas, ricas y asadas
con amor repartirá.

(Cuando acaban la canción, se detienen preocupados en el camino. Un jabalí está cerca de ellos, hozando ricamente)

PEDRO: El camino se separa en dos, uno a la izquierda y otro a la derecha. ¿Ahora qué hacemos? ¿Por dónde seguimos?

ANA: (Mientras mira por los prismáticos) Yo creo que por la izquierda.

CARMEN: No, no, a mí me suena que es por aquí, por la derecha.

ANA: Que no, que no, que es mejor por la izquierda.

CARMEN: Por la derecha.

ANA: Por la izquierda.

(Casi discutían, cuando un jabalí que las oyó les dijo:)

JABALÍ: ¿Qué os pasa? (Los tres niños dan un gran repullo) No hagáis tanto ruido, que mis oídos son muy sensibles y me estáis poniendo la cabeza como un bombo. ¡Qué falta de respeto, yo que estaba tan ricamente hozando ...!

ANA: Per-per-per-dón, per-per-do-ne, señor jabalí. Es que estamos buscando el otoño, porque todavía no ha llegado al colegio.

CARMEN: Debe de estar dormido todavía, y no sabemos qué camino seguir para despertarlo.

JABALÍ: ¡Ah! ¿Buscáis al señor otoño? Pues yo os voy a ayudar, porque, ¡vamos!, ¡que todavía no se haya despertado, clama al cielo!. Seguid el camino de la izquierda todo recto, después, a la derecha hasta que os encontréis un castaño gigante, que es la casa de un buen amigo mío. Él os indicará el resto del camino. (Hacen ademán de correr) No corráis, porque el camino es muy empinado.

PEDRO: ¿Quedará mucho? Ya estoy bastante cansado.

ANA: No, no, mirad. Allí está el gran castaño. Vamos, corred.

(Corren durante unos instantes, pero, antes de llegar al árbol, se detienen)

CARMEN: Esperad, esperad. Yo estoy un poco asustada. ¿Quién vivirá dentro de un castaño? No creo que sea ninguna persona. Debe de ser un animal salvaje.

(Mientras charlaban, salió del árbol una golondrina y se acercó a ellos)

GOLONDRINA: ¡Hola, amigos! Yo sé quienes sois. Os conozco porque paso muchos días por vuestro colegio y sé que buscáis al señor Otoño. Me lo ha dicho mi amigo jabalí. La verdad es que todos los animales y las plantas de la sierra estamos deseando de que llegue el otoño. Os voy a guiar hasta la cueva. Seguidme. Volaré muy bajito, para que me veáis bien y me sigáis sin problema. Vamos, venga. Os llevaré hasta la misma entrada de la cueva del Agua.

(Los niños siguen a la golondrina y llegan hasta la puerta de la cueva)

GOLONDRINA: Ya estamos. Esta gran piedra es la puerta de la cueva. Suerte, amigos. Adiós. (La golondrina se marcha)

(Los niños se acercan sigilosamente hasta la entrada y ponen el oído, con la mano sobre la oreja, para escuchar. Se oyen unos resoplidos)

SEÑOR OTOÑO: ¡Oj, oj, oj!

PEDRO: Dios mío, parecen ronquidos.

ANA: Claro que sí. Ya os lo dije: mi abuela tenía razón. Aquí vive el señor Otoño.

PEDRO Y CARMEN: (Gritando llaman al señor Otoño) ¡Señor Otoño, señor Otoño! (Pegan sus oídos a la piedra, para ver si escuchaban alguna respuesta. Como no es así, vuelven a insistir) ¡Señor Otoño, señor Otoño!

PEDRO: Nada. Está profundamente dormido. (Al público de la sala) Amigos, el señor Otoño no nos oye. ¿Podríais ayudarnos a llamarlo, a ver si, entre todos, conseguimos despertarlo?

CARMEN: Venga, chicos, ayudadnos. Cuando cuente tres, ¿vale? Una, dos y tres

LOS TRES NIÑOS Y EL PÚBLICO DE LA SALA: ¡Señor Otoño, señor Otoño!

(Pedro, Carmen y Ana, pegan, de nuevo, sus oídos a la piedra y se llevan un gran susto)

SEÑOR OTOÑO (Con voz fuerte y ronca): ¿Quién osa llamar a mi puerta para despertarme? (A continuación, el otoño, un hombre muy alto, de barbas blancas y largas, retira la puerta y, abriendo los ojos mientras se despereza, dice) ¡AAAAA!

(Los niños, asustados ante aquella aparición, retroceden)
CARMEN: (Tragando saliva por el susto) ¿Es usted el señor Otoño?

SEÑOR OTOÑO: Pues claro que sí. Os convertiré en sombras si no tenéis una buena razón para haberme despertado.

ANA: Por favor, señor Otoño, no se enfade. Venimos a hablar con usted.

PEDRO: Mire. Este año todavía no ha aparecido usted por nuestro pueblo y ya estamos en noviembre. No se han caído las hojas de los árboles, no han emigrado las aves, tenemos en nuestro cole el día 18 la fiesta de la castaña y aún no han madurado las ...

SEÑOR OTOÑO: ¡Callad! ¿Decís que ya estamos en noviembre?

(Los tres niños asienten con la cabeza) (El Otoño vuelve a preguntar a todos los chicos de la sala)

¿Seguro que estamos en noviembre? (Ante la respuesta de la sala) ¡Rayos y centellas! Me he quedado dormido. Gracias por despertarme. No os preocupéis. Esto lo arreglo yo en un abrir y cerrar de ojos. (Abrió su boca y empezó a soplar con fuerza: ¡SSSSS! Ayudadme, chicos, a echar frío por la boca y a soplar. (Los chicos lo hacen y, mientras, se incorpora la Castañera a la escena)

CASTAÑERA: Pero, ¿qué está pasando aquí? Anda, las hojas se están tornando amarillas y rojas, y ya están empezando a caerse de los árboles, como si fueran bailarinas que hacen una danza multicolor. ¡Y qué frío me está dando! Mirad: las nubes grises están cubriendo el cielo, y por allí veo una bandada de patos silvestres que vuela hacia el sur, hacia África. Me voy para la Fuente Grande, que ya es hora de montar mi puesto de castañas asadas.

(Los niños se despiden del Otoño, y salen corriendo ante la amenaza de tormenta)

LOS TRES NIÑOS: Adiós, señor otoño.

ANA: Nos vamos corriendo, que las finas gotitas de lluvia que caen de aquellos nubarrones nos avisan de que una gran tormenta se avecina.

CARMEN: Vamos a Fuente Grande, que, en otoño, está preciosa.

NARRADORA: Cuando los niños llegaron a Fuente Grande, había dejado de llover. El suelo era una alfombra de hojas que crujían cuando las pisaban. El cielo se había vestido con los colores del arco iris, y el aire se había perfumado con un olor muy agradable. Y allí estaba la castañera, feliz, pregonando su frase favorita:

CASTAÑERA: ¡Castañas, castañas calentitas!

NARRADORA: Y, mientras los niños se acercaban al fogón, la castañera, risueña, les dio las gracias y, guiñándoles un ojo, les ofreció un rico cucurucho de castañas recién asadas.

Y COLORÍN COLORADO, ESTE CUENTO SE HA ACABADO

Puerto Lobo














jueves, 28 de febrero de 2013

Dialoguillo de otoño

Dialoguillo de otoño


¡Oh qué tarde
para irse en avión,
en volandas,
por el aire!

Anda,
amor.

—¿Pero qué sabes tú
de volar, corazón?

—Nada,
amor.

El viento fue
quien movió los faralaes
de tu traje,
silbándome la canción:

¡Oh qué tarde
para irse en avión,
en volandas,
por el aire!



De: Marinero en tierra



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